miércoles, 2 de diciembre de 2009

Las dos caras de Federico Arreola

Por ALEJANDRO LELO DE LARREA
Rafael Giménez no pensaba que el espacio para publicar encuestas en Milenio Diario se cerraría por la terquedad de su entonces director general, Federico Arreola, y por entregar un estudio de opinión que ubicaba a Fox 5 puntos por sobre Francisco Labastida en la intención de voto presidencial, a un mes de la elección de 2000.
Todo comenzó el 28 de abril de 2000, tres días después del primer debate presidencial de aquel año. Federico Arreola, necio como es, le insistió a Rafael Giménez que saliera a campo para levantar el estudio de opinión que publicarían casi de inmediato.
Rafael Giménez, propietario de Arcop, empresa que desde 1996 ha trabajado fundamentalmente para el PAN, le había advertido a Arreola que no era conveniente salir a campo para levantar la encuesta el fin de semana posterior al debate, porque Fox lo había ganado claramente y había una burbuja que lo beneficiaba. Le recomendó que se esperaran una semana. Pero en su terquedad, Arreola dijo que ya levantara el estudio de opinión para ganarle la nota a Reforma. Los entrevistadores salieron a hacer su trabajo. Rafael Giménez sabía que Fox saldría adelante, pero esperaba que fuese por un margen pequeño. Pero el resultado de la encuesta sorprendió a todos: ¡Fox arriba por 5 puntos!
Cuando Giménez le entregó a Arreola los resultados, se acabó la paz para el demóscopo en Milenio. Incrédulo en el resultado, el director del diario primero la sometió a votación de tres personas: él mismo, su brazo derecho Enriqueta Medina y el propio Giménez. Y vino la decisión autoritaria de Arreola que, casi en un arrebato le dijo a Giménez: “Pues decido yo, porque mi voto es de calidad, y decido que no vamos a publicar la encuesta este fin de semana”.
La instrucción del entonces director de Milenio fue que los entrevistadores salieran nuevamente a campo para librar la burbuja del posdebate. Pero de manera intempestiva, ese fin de semana la actitud de Arreola para con Giménez cambió drásticamente, y lo citó en la redacción del periódico.
Arreola le dijo a Giménez que tenía información que lo descalificaba profesionalmente y le reclamó que trabajara de manera simultánea para el PAN y para Milenio, lo que constituía un conflicto de intereses. En ese momento le dijo que estaba fuera del periódico.
Giménez reconoció que trabajaba para los panistas desde 1996 y estuvo de acuerdo en que había sido una mala decisión hacer encuestas simultáneamente para el rotativo. Por ello, no dudó en que la decisión del director de buscar otro pollster era la más adecuada. Pero defendió que lo que estaba haciendo para Milenio era un trabajo metodológica y técnicamente profesional.
Pero Giménez también le reprochó a Arreola dos errores que cometió: el primero, que se esperó a que el resultado de la encuesta desfavoreciera a Francisco Labastida y al PRI para sacar a cuento que Giménez también trabajaba para el PAN. Arreola argumentó que antes no tenía ningún dato de la vinculación de Giménez con los panistas y éste le respondió que en Milenio prácticamente todos los altos mandos lo sabían: Ignacio Rodríguez (entonces director de Milenio Semanal), Ciro Gómez Leyva (entonces director adjunto del diario), y Raymundo Riva Palacio (entonces director editorial).
Los argumentos de Arreola en el sentido de que desconocía que Giménez trabajaba para el PAN se caen fácilmente, pues fue público que en octubre y noviembre de 1999, cuando se estaba negociando una posible gran alianza entre PAN y PRD contra el PRI, el propio Giménez era el invitado del blanquiazul.

La línea de Los Pinos

Así como Arreola, siendo director de Milenio se acercó a Andrés Manuel López Obrador en 2005 para defenderlo casi a diario en su columna y en las páginas del rotativo, en 2000 hizo lo propio con el equipo del entonces candidato presidencial del PRI, Francisco Labastida. Acaso por eso era su temor de publicar una encuesta a favor de Fox.
Después de que Arreola despidió a Giménez buscó a Demotecnia, de María de las Heras, esposa del priísta César Augusto Santiago. Hacía la última semana de abril de 2000 Arreola formalizó la invitación a María para hacer las encuestas de Milenio. Ella declinó porque no le pareció correcto haber trabajado todo el tiempo para el PRI y llegar a un medio de comunicación en plena campaña.
Además, estaba en la disyuntiva de perder-perder: si el resultado de Demotecnia daba a Labastida arriba iban a decir que era porque María es priísta, y si daba abajo a Labastida dirían que María estaba resentida o era una traidora, porque no formaba parte del equipo de campaña del sinaloense. Sabía que en ese momento no tendría credibilidad, y por eso tomó la brillante decisión de no aceptar.
Federico Arreola fue corriendo a Los Pinos a pedir línea con Liébano Sáenz, el entonces secretario particular del presidente Zedillo. Le pidió que le recomendara una empresa encuestadora para Milenio.
Como siempre ocurría cuando alguien le pedía línea a Liébano Sáenz sobre empresas de estudios de opinión pública, remitió a Arreola con Ulises Beltrán, el hombre fuerte de las encuestas en Los Pinos de 1988 a 2000.
Arreola acudió a las oficinas que tenía la Presidencia de la República en Constituyentes para entrevistarse con Beltrán, quien lo recibió y le expuso que cualquiera de las empresas afiliadas a la AMAI (Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercados y Opinión Pública) reunía los requisitos de calidad y de confiabilidad para hacerse cargo de las encuestas de Milenio.
Arreola le insistió en que le diera la línea más directa, que le recomendara concretamente una empresa. Ulises Beltrán le habló de AC Nielsen, una afamada firma de investigación de mercados. “Ustedes pueden contratar a quien mejor les parezca”, le remarcó Beltrán a Arreola.
Pero hábil como es para quedar bien con el poder, Federico Arreola acató la línea de la Presidencia de la República y salió corriendo a contratar a AC Nielsen.
El directivo de Milenio no consideró lo que es de dominio público en el gremio de encuestadores y debería haber sido valorado: AC Nielsen es una empresa que sabe medir la penetración de la Coca Cola o la Pepsi Cola y otros productos de consumo, o ratings de televisión y radio. Esta fue la primera incursión de AC Nielsen en estudios de opinión pública, de campañas electorales. Y acaso fue el último, pues su desafortunada actuación le generó problemas incluso con sus clientes que le reclamaron por sus pésimos resultados.

Milenio: errores y mentiras

Precisamente en la manera en que Milenio contrató a la nueva empresa y en cómo trabajó radicaron las críticas que hizo Rafael Giménez en varios foros de encuestadores. Los graves errores de AC Nielsen se evidenciaron desde la primera encuesta que publicó en el rotativo, en la que ubicó al Partido del Trabajo (PT) con 10 por ciento de intención de votos, por encima del PRD que resultó con 9.7 por ciento. Este dato fue la burla en el gremio de los encuestadores, pues jamás en la historia de ambos partidos, a nivel nacional, el PRD ha estado abajo del PT. En este mismo sondeo, mágicamente, Labastida apareció 6 puntos por encima de Fox.
Además, Milenio mintió varias veces a sus lectores en la divulgación de las dos encuestas que levantó AC Nielsen e hizo públicas entre mayo y junio de 2000. La primera falsedad: que esta era “la continuación de una serie” verdad es había roto la continuidad al salir Rafael Giménez del diario y ser sustituido por un nuevo pollster.
La segunda falsedad de Milenio: en la encuesta de junio da 4 puntos a favor de Labastida, y afirma que es un cambio de un punto respecto del mes anterior, cuando en realidad se había movido dos puntos.
Por cierto, en el último estudio de opinión que divulga Milenio, el resultado es prácticamente idéntico al de Reforma y al del Centro de Estudios de Occidente (CEO), entonces todavía ligado a la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Lo que pareció muy claro de la actitud de Federico Arreola en Milenio, es que con él al frente y sus compromisos con el equipo de campaña de Labastida en 2000, jamás iba a permitir que se publicara una encuesta que favoreciera a Fox, sin importarle el ridículo en que a la postre quedó el periódico. Arreola fue despedido de Milenio por Carlos Marín, en octubre de 2006, después de que el rotativo lo soportó durante más de dos años, defendiendo a Andrés Manuel López Obrador.

FUENTES: Entrevistas con Rafael Giménez, Raymundo Riva Palacio, Ricardo de la Peña, Miguel Basáñez.


HE AQUÍ LA SERIE DE ENCUESTAS QUE PUBLICÓ MILENIO EN 2000, CON FEDERICO ARREOLA COMO DIRECTOR GENERAL. ÉL MISMO CENSURÓ LA PUBLICACIÓN DE ABRIL.

Dic Enero Febrero Marzo Abril Mayo Junio
Labastida 42 38 38 37 Censurada *43 *42
Fox 38 34 37 35 Censurada *36 *39


*Estas encuestas las levantó AC Nielsen

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