viernes, 9 de noviembre de 2007

INDAGAR A EX GOBERNADORES


Desde hace 13 años, ninguna comisión especial del Congreso de la Unión ha llegado a conclusiones relevantes.

Sólo el presidente Calderón o el gobernador Granier podrían encabezar una investigación seria que determine si hay responsables por las inundaciones de Tabasco.


Por Alejandro Lelo de Larrea

Porfirio Díaz, el hombre que gobernó este país durante 30 años, pronunciaba una frase que, un siglo después, parece que sigue vigente en el sistema político mexicano: “Cuando quiero resolver algo, lo hago yo mismo; cuando quiero que algo no se resuelva, le creo una comisión”.
Los pronunciamientos de diputados federales de todos los partidos, respecto de la tragedia ocurrida en Tabasco hacen recordar esta frase, pues han propuesto conformar una comisión legislativa para investigar a los dos últimos gobiernos de aquella entidad, que encabezaron Roberto Madrazo y Manuel Andrade, y al gobierno de Vicente Fox, para tratar de fincar responsabilidades por las inundaciones en aquella entidad.
El Congreso, tal parece, ha entrado en una especie de enfermedad de comisionitis a la Porfirio Díaz, la última década. De los casos Colosio y Ruiz Massieu, al de los hijos de Marta Sahún, pasando por el de Conasupo y el rescate bancario, se han creado comisiones legislativas. Eso sí, ninguna ha llegado conclusiones relevantes, y menos, en ningún caso en 13 años, a fincar responsabilidades ni siquiera contra funcionarios de menor jerarquía.
Eso sí, prevalece el atractivo de crear una comisión, principalmente para los propios legisladores, porque amén de que perciben un ingreso adicional tienen un foro para su proyección política.
Tienen razón de la tragedia de Tabasco y presuntas responsabilidades hay mucho que mucho que investigar, y no sólo debe circunscribirse la indagatoria a los más de 2 mil millones de pesos que se asignaron los últimos seis años a la entidad como apoyo federal para mejorar toda la infraestructura hidráulica, que supuestamente no se ejercieron en su totalidad para tal causa.

También hay que ir a los permisos para uso de suelo y de construcciones en la entidad. Investigaciones serias de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco indican que los dos últimos gobernadores, Roberto Madrazo y Manuel Andrade, permitieron obras que contribuyeron a dañar la regulación de los cauces de los ríos en el estado.
A Madrazo le atribuyen que concedió permiso para construir el centro comercial Soriana Guayabal, en una zona que era pantanosa y servía como vaso regulador del río Grijalva. Rellenaron la zona pantanosa con tierra y levantaron la plaza comercial. Hoy luce inundada.
A Manuel Andrade le atribuyen haber concedido permiso para construir, también en una zona pantanosa que servía como vaso regulador, la Plaza Las Américas, en una zona llamada Tierra Colorada. Este centro comercial quedó completamente inundado.
Por eso precisamente ninguno de los dos se ha aparecido en aquella entidad en público en meses, y menos en la última semana, pues son denostados por la mayor parte de la gente de la entidad.
También hay que indagar a los gobernadores de la entidad y alcaldes de Villahermosa, principalmente de 1975 a la fecha. ¿Por qué? La razón es sencilla: todas las colonias que se inundaron en la capital de Tabasco están al menos 5 metros más abajo que el nivel del cauce de los ríos Grijalva y Carrizal. Estas regiones ocupan al menos el 50 por ciento del territorio de Villahermosa.
Pero el punto que podría atribuirle por lo menos responsabilidad política a los ex mandatarios y ex alcaldes es que la mayor parte de las viviendas en todas las colonias mencionadas se edificaron de 1975 a la fecha, a sabiendas de que por ser zonas ubicadas a una altura inferior al nivel del cauce del río, por simple gravedad, tenían un enorme riesgo de inundación. Y prueba de ello es que las zonas que no se inundaron de Villahermosa están por sobre el nivel del cauce de los ríos Grijalva y Carrizal.
Por eso debe investigarse, pero la única manera de que de verdad se haga justicia y se investigue, es que ya sea el presidente de la república, como Porfirio Díaz, o el gobernador de la entidad, en el mismo papel, decidan resolver ellos mismos si hay responsables en el caso de las inundaciones de Tabasco, pues cualquier comisión que nombren no va a llegar a conclusión alguna y menos a fincar responsabilidades contra nadie. Y ya lo veremos.

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